domingo, 17 de junio de 2007

El mundo y la cocina

Tendré que empezar por los viajes más recientes y por los únicos de los que dispongo documentación.
Hoy en día ya no hay fronteras y podemos encontrar de todo en todas partes, pero sigue sorprendiendo y es emocionante probar las diferentes gastronomías y ver las tiendas especializadas y mercadillos en el extranjero.
Podría hablar horas y horas sobre cada viaje, pero esto es un blog sobre cocina y me tengo que ceñir a los requisitos.

Nuestro último viaje ha sido a Irlanda. Fue llegar el sábado por la mañana a Dublin, dejar las cosas en el Hotel Morgan (totalmente recomendable, un boutique hotel perfectamente ubicado) y encontrarnos con el mercadillo de comida de Temple Bar. Perfecto para un primer aperitivo !:
Puestos de comida indú: rollitos, samosas...


Rostis, hojaldres rellenos, quiches salados.


Dulces variados, tartas, panes, brownies, pastelitos, cookies, chocolates, scones...



Y hasta huevos de colores !!!


Y después, para comer: Unas alitas de pollo muuuy picantes en el Restaurante Castel Elefant.


Además comimos muy bien en el Gallagher´s boxty house, un pollo relleno con salsa de champiñón, un cheese cake de Baileys y tienen los típicos pancakes de patata relleno. Otra opción para la cena o comida es: The purty kitchen, muy buenos mejillones y pescados.

En fin, antes de volver a casa hay que arrasar en el supermercado y llenar la maleta de mano: Bombones de Bayleys, scones... y hasta mantequilla!

















LA TOSCANA (puente de mayo 07)
















Definitivamente acordamos no ir a descubrir nueva gastronomía italiana. Teníamos muy claro que ibamos a por pizza y pasta todos los días!!!





















Pasamos 3 días en Florencia y alquilamos un coche para recorrer Siena, San Gimignano, Pisa y Lucca.

Las mejores pizzas en el restaurante Il trovatore de San Gimignano. Tomamos una buena oreja de elefante (un filete empanado hiper fino gigante) en Sant´a agostino en Florencia, y comimos junto al rio con vistas al puente Vecchio en el Golden View un chuletón a la florentina.

Si os quedaís alguna vez en Lucca el Hotel Alla Corte Degli Angeli está muy bien ubicado, es pequeñito y acogedor. Pasaros por la chocolatería en Via Cenami 1 y aconsejo tomar un trozo de pizza en la calle Buia , junto a la tienda Napapijri, te la dan con una especie de costra-pizza de queso mmm...

Y en Italia, lo de siempre, panninis, pizzas, bocadillos... y mucha tienda para turista..




Y el Mercadillo de comida en Florencia: Muy recomendable!!







FINLANDIA, ESTONIA Y LETONIA: Agosto 06
Helsinki, recorrido por las Islas Finlandesas, ferry hasta Riga, alquiler de coche hasta Tallín.
Helsinki como ciudad no merece la pena. Con pasar una tarde,ver la ciudad, cenar en el Saaga, alojarse en el hotel Klaus, y por la mañana visitar el mercadillo de comida en el puerto, suficiente.
El Saaga es un restaurante que nos llamó mucho la atención por la carta tan original que tenían. Cosas que no habíamos probado en nuestra vida y estaban exquisitas como el hambre de lobo, los pescados variados..

Y un postre de lo más original: Era un cilindro completamente de hielo lleno de kilos de arándanos y una salsa de toffe caliente para napar.
Nuestra estancia en una cabaña de dos metros e incomunicados en una isla mejor me la salto. Eso si, tras largas horas de tensión cenamos unas hamburguesas que nos sentaron de muerte viendo una puesta de sol increible.
La primera noche en Riga nos decantamos por cenar en un ruso. Los blinis con salmón y crema agria, los pelmeni (como raviolis)... y el vozka de aperitivo.. Muy divertido! y bueno!















El toque más autóctono lo dimos al cenar en el restaurante medieval Olde Hansa. No puedo especificar exactamente lo que tomamos porque eran unos platos combinados con mezcla de COSAS, todas supuestamente de la gastronomía tradicional letonia y porque además el lugar era un simil a las tabernas de la época y no había luz, todo con velas, camareras disfrazadas... y los baños... eran más dificiles de manejar que en la era moderna... pero todo muy curioso, si.





















En Riga paseamos por el mercado, interior y exterior. Un apunte, la cantidad de frutos rojos al por mayor: frambuesas, arándanos, grosellas... y descubrimiento: las manzanas!. Si, no creía que podría existir ese sabor. Ahora entiendo porque toman tanta sidra de manzana. Increible! Es como si tomaras una gominola de manzana. Nunca había probado nada igual. No me resistí y me tuve que traer dos kilos de manzanas en la maleta.
Una merienda en la pastelería de la calle Tirgonu iela de Riga. Impresionantes postres y dulces. El strudel de albaricoques !!




La última noche en Riga también cenamos comida típica, sopa de remolacha, quesos variados etc...






















En fin, este es un apartado que hay que completar poco a poco porque hay tantos sitios, tantas recomendaciones, tantos recuerdos y lugares donde volver...
El brunch de los domingos en Le pain quotidien de Paris
Una parada por la Highway 1 (California) para comer uno de esto sandwiches Casa Lucía

















Un fin de semana en Marrakech, hotel la Sultana o desayunar en el Palais Rhoul. Los dulces, los tés...
Tomar un cosmopolitan en cualquier lounge al atardecer en Oceans Dr. de Miami Beach.
Los pinchos de Hondarribia, sobre todo en Gran Sol.
Imposible saber lo que elegir en su extensa y exquisita carta:El Paraíso en Punta Umbría.
Como experiencias divertidas: Akelarre en San Sebastián (Pedro Subijana).
Restaurante Bizcocho en la plaza mayor de Trujillo, parada irremediable al volver de Cáceres.
Las cenas incluidas en el Hotel Alpen Suite de Madonna di campiglio
Cena romántica en el The Spinnaker, Sausalito-San Francisco y después dormir en Casa Madrona.
Comer un sábado en cualquier terraza del MeatPaking District de Nueva York.
Pizzas y mozarella de bufala en Fratelli la Bufala, Milán. Y enfrente un helado en Le colonne, aunque en Madrid siempre tendremos al Puccinella.
Las ensaladillas rusas en Sevilla.
Un helado en, no!, los helados en Campello.
En Kenya y Tanzania, suficiente con que no te envenenes.
En Costa Rica, lo mejor es comer en un Burguer King y en Brasil, olvida la comida y pierdete horas en el mercadillo hippie de Rio.

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